En otros textos te hemos hablado de la importancia de tener tus frenos en óptimas condiciones, cada parte es elemental para, lo primero, evitar accidentes que pongan en riesgo tu vida, y la segunda que tengas que gastar mucho dinero en reparaciones costosas de elementos más complejos.
Antes que otra cosa, debes saber que en términos coloquiales debes ponerles un freno a tus frenos al alcanzar cada 20.000 km o al menor síntoma como falta de precisión en la frenada. Ojo, vibración al frenar o desvíos de la trayectoria pueden ser síntoma de que alguna pastilla en los discos de frenado está mal, pero también puede ser un problema en el filtro del líquido de frenos o peor, algo en la suspensión o amortiguador.
Ante este panorama, debes saber que todos los componentes del sistema de frenado sufren desgaste en función de su uso. Por ello, deben cambiarse según el componente y las indicaciones del fabricante:
- Las pastillas, cada 20.000 km.
- Los discos, cada dos cambios de pastillas.
- El líquido de frenos cada dos años o 20.000 km
Recuerda, en la actualidad, la mayoría de los vehículos del mercado cuentan con frenos de disco, pero todavía existen algunos modelos, sobre todo los más económicos que montan frenos de tambor. Además de que en México hay mucha variedad de autos clásicos, por ello, recuerda que el mantenimiento en ambos es diferente.
Aunque por lo regular los frenos de tambor son más baratos y duran más, cuando se someten a altos esfuerzos el sistema de frenado pierde eficacia. Por ello, es importante que mantengas sus piezas siempre en buen estado.
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